“Gramsci; Hegemonía y lenguaje”
Hola, cómo están?… hoy vamos a terminar este recorrido teórico/práctico que venimos haciendo sobre los principales aportes conceptuales del intelectual marxista italiano, a partir de abordar el texto ¨La Lingüística en Gramsci”. Para ello retomaremos el concepto de Hegemonía que desarrollamos sobre el cierre de la clase anterior.
Teniendo presente que la Sociedad Civil es el espacio privilegiado de la lucha por la hegemonía, recordemos que Gramsci la define como el fenómeno colectivo y voluntario de adhesión y creencia, que tiene que ver con la época que nos toca vivir, que se desarrolla históricamente y que se manifiesta en todas las instancias de nuestra vida.
Partimos de la definición anterior para enunciar las siguientes consideraciones adicionales:
- Hegemonía como materialización de la ideología.
- Hegemonía como espacio vital donde somos.
- Hegemonía como entramado complejo y contradictorio que se naturaliza en las prácticas cotidianas (es lo que podemos hacer en cierto momento).
- Hegemonía como proceso de adhesión, vivencial , jamás como imposición.
- Hegemonía como proceso que siempre se va conformando, que lo vamos conformando en un nosotros colectivo y no como hecho cristalizado.
- Hegemonía como dimensión que atraviesa todo y conforma una mirada, no única, pero sí parecida, acotada a ciertos márgenes.
Dice además Gramsci que “No hay hegemonía si no hay lenguaje y si no hay hegemonía no hay ideología”. Por lo tanto: “hablar de ideología es hablar de hegemonía, y hablar de ideología y hegemonía es hablar de lenguaje”. Pero el lenguaje no es consecuencia de la hegemonía, sino su materialización.
Ustedes se estarán preguntando ahora: ¿Cuál es el lugar del lenguaje en la visión gramsciana?
Los principales aportes teóricos los produce en el período que va entre 1918 y 1935, período que lo encuentra como estudiante privilegiado de la Universidad de Turín, dedicándose al estudio de la lingüística, la filología, y la filosofía. Este momento histórico se caracteriza por límites idiomáticos difusos, ya que en Italia se da la convivencia de dialectos varios, la heterogeneidad lingüística o ¨puchero de lenguas¨.
A nivel intelectual universitario el campo de la lingüística estaba dividido o cruzado por dos posturas o escuelas de pensamiento: los neogramáticos y los neolingüistas
Para los primeros, el desarrollo y devenir del lenguaje era casi una cuestión natural, lógica que nada tenía que ver con el devenir histórico/cultural. Se asumía una visión naturalista / fisiológica, donde el surgimiento de nuevas palabras se debía a una evolución espontánea interna.
Para la segundos, el lenguaje y su desarrollo tiene que ver con el devenir histórico, con las confrontaciones que se dan hacia el interior de la sociedad.
Gramsci adhiere a esta última visión, entendiendo a los fenómenos lingüísticos como objetos históricos, asume una concepción política del lenguaje, lenguaje como devenir histórico, como cambio permanente.Es decir, el lenguaje como dispositivo ordenador y organizador del poder.
Según esta corriente, el lenguaje está conformado por sistemas de interpretación, los modos de ver, comprender y organizar la experiencia, tienen que ver con el lenguaje y en el devenir del mismo.
El lenguaje es un elemento clave de todo sistema cultural: nombra, normativiza, califica, valora, tergiversa, oculta y muestra, constituye las relaciones sociales. Por eso la idea central es que la transformación del sentido común es posible con la transformación del lenguaje. La elección de una nueva concepción del mundo, es un acto político y en todo lenguaje hay siempre implícita una concepción de mundo.
En palabras de nuestro autor: ¨Más allá del componente fisiológico que hace posible el habla, el desarrollo del lenguaje es histórico y cultural; no se lo puede aislar de los otros aspectos de la vida social¨. El lenguaje es cultura, es filosofía, es visión de mundo.
Acá empezamos a traer a Gramsci a nuestro terreno de la comunicación, ya que aborda el lenguaje no como la conformación de palabras aisladas, sino como la estructuración de sistemas lingüísticos culturales/ideológicos que se desarrollan como expresión de una voluntad política unificada. Es decir: como un proceso.
Afirma que ¨Todo lenguaje es un continuo proceso de metáforas y la historia de la semántica es un aspecto de la historia de la cultura, el lenguaje es al mismo tiempo una cosa viviente y un museo de fósiles de la vida y de la civilización¨.
Para que pueda visualizarse mejor, detallamos a continuación los puntos centrales de la posición de Gramsci en relación a lo que venimos hablando:
- Lenguaje como doble perspectiva ( museo de fósiles y cosa viviente).
- Lenguaje como forma básica de interpelación, de llamado.
- Lenguaje como mirada de otros/todos.
- Lenguaje como forma prioritaria de memoria histórica.
- Lenguaje como espacio de conformación y confrontación por la hegemonía.
- Lenguaje como expresión de una voluntad política unificada.
- Lenguaje como cosmovisión de mundo.
A partir del abordaje de todos estos puntos centrales, ¿cuáles pueden observar en el siguiente video? Si se animan, tomen uno como excusa para aportar ideas en los comentarios.
Por último en el cuaderno 29 Gramsci, estudia y desarrolla la noción de gramática, asumiendo a ésta como la fotografía de un momento del lenguaje; que sirve fundamentalmente para dos propósitos: por un lado para trazar parte de la historia de una civilización y por otro para fines políticos,como actos de modificación de la realidad.
Reconoce dos tipos de gramáticas:
- GRAMÁTICA INMANENTE O GENERATIVA
- GRAMÁTICA NORMATIVA
La primera está contenida en el uso espontáneo del lenguaje y expresa una serie de reglas y convenciones que son heredadas e internalizadas en el proceso de la interacción social.
La segunda es la instala conscientemente en el uso del lenguaje. Gramsci identifica 2 tipos de gramáticas normativas: escritas y no escritas
Las escritas son particularmente políticas, buscan un conformismo lingüístico, buscan unificar lingüísticamente un territorio. Por lo tanto la creación de una gramática se convierte siempre en un acto político cultural. Es siempre una decisión, una dirección cultural.
Las no escritas operan cuando una persona modifica su habla debido a una necesidad determinada por una situación particular. Las gramáticas normativas escritas terminan siendo problemáticas cuando no existe un proceso de integración y unificación igualitario y comprensivo, es decir cuando se impone desde el poder mediante medios externos, mecánicos y superficiales sin una correspondencia con la realidad social efectiva y afectiva, lo cual nos lleva nuevamente sobre la visión instrumental que intentamos desandar.
El peligro está en creer en el “efecto” del lenguaje como algo natural, cómo el único efecto posible, en “el peligro de una sola historia”, diría Chimamanda Adichie en su charla TED.
Hasta aquí hemos navegado por los mares gramscianos, en la próxima clase retomaremos el concepto de metáfora para avanzar sobre los textos de Bajtin y Voloshinov. Nos volvemos a encontrar, no huyan!!!