“Slavoj Žižek y la ideología”
Hola nuevamente a todos y a todas. En la clase del día de hoy vamos a seguir trabajando y avanzando en relación a los principales aportes conceptuales de Žižek, por tal motivo propongo en principio un breve repaso de lo visto, recordando que lo planteado la semana pasada tuvo que ver con una resumida pero puntual aproximación al perfil del filósofo esloveno a manera de presentación en sociedad, suponiendo que, más allá de sus cada vez más frecuentes apariciones, todavía no ha sido abordado con la intensidad de otros pensadores.
A lo señalado en el escrito anterior podríamos sumar que sus textos atrapan por la rápida sucesión de temas y autores que muy raramente se encontrarían juntos en un mismo texto. Al respecto, escribe Mauro Pasqualini, en su libro¨ Psicoanálisis y teoría social¨: ¨A distancia de algunos párrafos, un libro de Žižek puede unir una reflexión sobre Hegel con un análisis de una película de Hitchcock, una observación sobre una historia de ciencia ficción, un recuerdo de la política en tiempos de la antigua Yugoslavia, un desarrollo sobre Lacan, un comentario sobre Kafka, un chiste callejero y un señalamiento sobre algún tema clásico del marxismo. Todo esto a lo largo de una misma trama argumentativa cuyo hilo se pierde y se retoma a medida que transcurren los ejemplos y las ilustraciones¨. Esto es lo que nos atrae de Žižek y lo que nos invita a leerlo.
Hemos referido además, como pilares de su formación teórica, el Idealismo Alemán, el Psicoanálisis Lacaniano y el Marxismo; en éste último en particular el concepto de ideología. Como notaron en los videos de presentación de la clase pasada, en la mayoría de sus ponencias, charlas, exposiciones y escritos asume posturas apocalípticas o francamente pesimistas respecto al capitalismo y el futuro que se avecina. Seguimos sumando atracciones para tenerlo como bibliografía en la materia.
También nos ocupamos de explicar cómo recurre a Lacan y a su famoso nudo borromeo (Real, Imaginario, Simbólico), para alcanzar la dimensión de la Realidad y cómo esta noción se acerca a la visión de la cátedra en relación al concepto de Ideología.
No es que Žižek sea pionero en el análisis de la ideología bajo perspectivas inéditas, pero a diferencia de otros autores, encontramos en él una apuesta teórica más comprometida con el psicoanálisis y en consecuencia, más radical en su interpretación. Lo que Žižek hace es establecer el estatuto de la ideología sobre la tríada lacaniana de lo Real, lo Simbólico y lo Imaginario (RSI), lo que supone también su articulación con conceptos como síntoma, goce, punto de capitón, etcétera.
A partir de estos conceptos, Žižek sostiene que ¨la ideología, determina la conformación de la identidad individual y social o colectiva, a través del lenguaje y del discurso, es decir, del orden simbólico¨.
Teniendo claro que la entrada a este “simbólico” no es natural, o inherente al código humano, no hay un instinto del lenguaje innato en el hombre. El orden simbólico gobierna no sólo lo que decimos, sino fundamentalmente lo que pensamos. Los sujetos existen “en” y “para” el lenguaje y el orden simbólico… no de otra manera. Esto lleva a Žižek a entender la ideología como “la forma en que la ficción de la autoridad se construye a través de la estructura del lenguaje y en sentido más amplio del orden simbólico”.
La ficción estructura nuestra realidad, por lo tanto si quitamos de la realidad las ficciones simbólicas que la regulan perdemos la realidad misma. Žižek mantiene abierta la posibilidad de que el sujeto reconozca su propio estatus ficcional dentro de la realidad; siendo esto el propósito último del psicoanálisis. La cura psicoanalítica se hace efectiva cuando el sujeto libremente asume su propia “no existencia”. Al final de un tratamiento exitoso, la persona está excluida de la ficción que sustenta su subjetividad. El psicoanálisis afirma que la realidad fuera de mí decididamente existe, el problema es más bien, que soy yo el que no existe.
Reflexionar y asumir el concepto de ideología desde Antonio Gramsci, Slavoj Žižek, Louis Althusser y Ghoran Therborn, implica entre otras cosas, superar las visiones negativas o despectivas clásicas de este término. Qué sería esto de “visión negativa de la ideología”?. Sería ver a la ideología como:
– Visión falsa.
– Visión pre-científica o visión vulgar.
– Visión del mundo que oculta intereses.
– La representación de la relación imaginaria con sus condiciones reales de existencia.
– Visión particular del mundo.
– Visión o principios subyacentes en el accionar de ciertas fuerzas políticas.
– Visión distorsionada de la realidad.
Ya en su obra El sublime objeto de la ideología (1989), el autor se posiciona por fuera de las coordenadas marxistas en la definición de ideología (en el marxismo clásico la ideología se relaciona con una “falsa conciencia”), elaborando una concepción materialista, deudora en gran medida de la mirada de Hegel y del psicoanálisis lacaniano.
En la concepción marxista tradicional, las ideologías son discursos que promueven ideas falsas o “falsa conciencia” en los sujetos sobre los regímenes políticos en los que viven. Sin embargo, dado que los sujetos creen que estas ideas son ciertas, el sistema ideológico ayuda en la reproducción del status quo existente.
Por el contrario, para Žižek ¨La ideología opera a la manera de una matriz generativa que regula la relación entre lo visible y lo no visible, entre lo imaginable y lo no imaginable, entre lo nuevo y lo viejo” y así todos los binomios que se nos ocurran.
En esta definición concuerda con Jameson, quien siguiendo a Marx y a Lacan, considera la ideología como una relativa clausura a nivel representacional dentro de ciertas condiciones históricas que limitan estructuralmente la producción de sentido de las sociedades y las clases sociales en ellas.
En este punto, creemos necesario pedirles que, recuerden (a quienes la vieron) o que miren (los que no) la película Matrix, estrenada en 1999 y escrita y dirigida por los (en aquellos años) hermanos Wachowski (hoy hermanas). Entre el pasado y el presente siempre hay paréntesis!!!
En la misma, se plantea la idea de una matrix (matriz) de donde nadie puede escapar y donde el reconocimiento de la propia existencia sólo es posible dentro de sus propios límites. No hay escapatoria posible, por fuera de sus alcances sólo opera la muerte, la no existencia, el no ser. El único reaseguro de vida dentro de la matrix está determinado por una conexión a través una manguera conectada a un chip (circuito integrado). Veamos el siguiente fragmento de la película:
Ahora bien, si podemos hacer abstracción y tomar distancia de la propia lógica del género de ciencia ficción en la que se encuadra la película, lo que entendemos como Realidad Ideológica sería la matriz de la que nos habla Žižek, donde la posibilidad de existencia es sólo posible en ella, y así volvemos a la idea del espacio vital donde somos, la idea de cada segundo de nuestra vida, de la naturalización de la existencia, siendo nuestra conexión el Lenguaje.
“La palabra ideología puede designar cualquier cosa desde una actitud contemplativa que desconoce su dependencia de la realidad social, hasta un conjunto de creencias orientadas a la acción, desde el medio indispensable en el que los individuos viven sus relaciones con una estructura social, hasta las ideas falsas que legitiman un poder político dominante. Parecería surgir justamente cuando intentamos evitarla, mientras que no aparece cuando es claramente esperable¨. Afirma Žižek y continúa: “estamos dentro del espacio ideológico en sentido estricto, desde el mismo momento en que este contenido (verdadero o falso) es funcional respecto de alguna relación de dominación social de un modo no transparente”
Señoras y señores….¨La ideología no dice nunca soy ideológica¨.
Pongamos en limpio lo anterior: Žižek parte de la ideología como una matriz generativa de ideas, reguladora también de los límites de nuestros pensamientos, resaltando la línea divisoria entre los límites de lo imaginable e inimaginable de un individuo. Desea hacer una crítica al concepto de la ideología cuando se percata de que dicha crítica (cualquier crítica) es, en sí, ideológica. Consecuentemente cayendo en una paradoja en la que evaluará los diferentes tipos de concebir la ideología para realizar esta crítica. Por esta paradoja, se cuestiona sobre la existencia de un lugar privilegiado desde el cual realizar la crítica: un lugar metafísico no ideológico y exento de prejuicios desde el cual Žižek pueda ver la realidad con clarividencia sin ningún tipo de filtro ideológico que modifique su percepción de la realidad.
La ideología no es una ilusión tipo “sueño”, que construimos para huir de la insoportable realidad; en su dimensión básica es una construcción de la fantasía que finge de soporte a nuestra “realidad”. Una “ilusión” que estructura nuestras relaciones sociales efectivas, reales y por ello encubre un núcleo insoportable, real, imposible. “La función de la ideología no es ofrecernos una fuga de nuestra realidad, sino ofrecernos la realidad social misma como una huida de algún núcleo traumático, real.”
Para Žižek no existe oposición entre ideología y realidad, puesto que la ideología construye la realidad como escape de un trauma mucho más insoportable. La vinculación entre ideología y realidad tiene que ver también con el rechazo a considerar la ideología como operante en un nivel cognitivo o al nivel de la conciencia. Sus desarrollos enfatizan que la ideología opera inserta en las prácticas y en las realidades mismas.
La lógica misma de la legitimación de la relación de dominación debe permanecer oculta para ser efectiva. La forma más notable de “mentir con el ropaje de la verdad”, lo constituye hoy el cinismo. Para Žižek , “lo propio de la ideología es el modo por el cual su contenido se relaciona con la posición subjetiva implicada por su mismo proceso de enunciación; la ideología racionaliza (en sentido freudiano) discursivamente los motivos profundos por los cuales el sujeto piensa o actúa de determinado modo”. En esta medida, la ideología implica siempre un ocultamiento: “para ser efectiva, la lógica de la legitimación de la relación de dominación debe permanecer oculta”.
En todos los casos, la paradoja resulta o se concreta en el mismo momento en el que experimentamos el apartamiento de la ideología, es cuando más sumidos o sujetados estamos en ella.
Chicos, creemos que con lo expuesto, queda absolutamente claro la dimensión omnipresente de la ideología. ¿Se acuerdan cuando decíamos (en relación a la noción de hegemonía de Gramsci), que constituía el espacio vital donde somos?, Žižek nos está diciendo exactamente lo mismo.
Les pedimos que vuelvan a leer y reflexionar sobre lo descrito en los párrafos anteriores, ya que es muy significativa e intensa la idea de matriz generativa y de paradoja de la que nos habla. Porque concretamente la ideología es eso, lo determinante de la ideología es eso, la verdadera razón de la ideología es eso: conforma el espacio de nuestra existencia, de lo que creemos y lo que somos.
“No hay escapatoria: se trata de una cárcel donde ninguna ventana comunica con el exterior, donde ningún agujero ofrece un punto de fuga”. Ésa es la imagen a la que nos remite la ideología, tal y como nos la definió Marx en sus primeros escritos de juventud. La ideología es nuestra manera de pensar, de percibir la realidad, de estructurar la experiencia que tenemos y en todo momento, está definida por los intereses de la clase hegemónica. Veamos a Žižek y su modo particular de contarlo:
Continuando ahora con la clase, otra de los planteos que queremos resaltar del pensador esloveno, es la noción en donde una de las estrategias o estratagemas fundamentales de la ideología, es la referencia siempre a alguna certeza manifiesta. Describimos algunas frases comunes o corrientes cotidianas para que se entienda esta idea.
¡Mirá vos mismo como son las cosas!
¡Dejemos que los hechos hablen por sí solos!
¡Por más que les des vuelta!
¡La única verdad es la realidad!
¡Las cosas se cuentan solas, sólo hay que saber mirar!
Y la cuestión central es precisamente que las cosas y los hechos, nunca hablan por sí mismos, sino que una red discursiva de dispositivos ideológicos las hacen hablar.
Otro de los aportes significativos del autor, que queremos destacar en esta clase es la diferencia de lo que se entiende por interioridad o exterioridad de la ideología, como dos momentos básicos:
- La Interioridad o la ideología “en sí”, en tanto conjunto de ideas, creencias, valores, conceptos, destinados a convencernos de sus verdad y sin embargo al servicio de algún interés o poder inconfeso.
- La exterioridad o la ideología “para sí”, en su materialidad (aparatos ideológicos del Estado), cuando entra en funcionamiento en las prácticas sociales, cuando constituye la materialización de la ideología, en las prácticas, las conductas, los rituales, las instituciones, etc.
Ufff!!, muuuy intenso y extenso el desarrollo, tal vez nos lo permitimos porque abre un universo interesante y porque ¿dónde sino en la universidad tenemos ese privilegio de revolcarnos en los textos y en el goce de la lectura?…
Nos encontramos en la próxima!